Como guardar dinero y tener seguridad financiera
“… El que tenga un amor
que lo cuide, que lo cuide
la salud y la platita,
que no la tire, que no la tire…
Hay que guardar,
eso conviene,
porque el que guarda,
siempre tiene …”
canción: Salud, Dinero y Amor
compositor: Rodolfo Sciammarella, 1941
Esta canción está grabada en mi memoria, porque la escuché durante toda mi infancia. ¡Les juro que no soy tan viejo!
Hasta la segunda mitad del Siglo XX, principalmente hasta la década de 1980, quien no tenia dinero en efectivo no podía comprar y quien compraba sin tener dinero era porque le debía a algún familiar o a amigos. Se prestaba dinero en base a la confianza y no pagar un préstamo dañaba seriamente la reputación de la persona.
El tiempo siguió su curso y se llegó hasta el crédito al consumo. Ahora las presiones para consumir aumentan, porque los productores de bienes y servicios estimulan la compra de sus productos y, por otro lado, las organizaciones financieras estimulan el endeudamiento de las personas, argumentando que serían más felices realizando sus sueños ahora de que teniendo que esperar hasta juntar el dinero y después comprar.
A partir de este momento, las estrofas de la canción “Salud, Dinero y Amor” fueron olvidadas, principalmente aquellas que decían:
“La salud y la platita,
que no la tire, que no la tire…
… Hay que guardar, eso conviene,
porque el que guarda, siempre tiene…”
Comprar en cuotas se transformó en rutina.
“Lo quiero ya”, fue la justificación.
El futuro, naturalmente incierto, quedó más incierto por la prisa.
La seguridad financiera se presenta como el antídoto al gasto desmedido.
Para tener seguridad financiera no es necesario ser millonario. Importa tener hábitos sustentables que ayuden a: gastar menos de lo que se recibe, no endeudarse para consumir en su día a día, utilizar el crédito en forma estratégica, tener objetivos, ahorrar, guardar. La seguridad financiera trae libertad financiera.
Estrategias para guardar dinero:
– Defina objetivos. Definir objetivos de corto, medio y largo plazo ayudan a definir adonde quiere ir. Si no sabe adonde quiere ir, ¡cualquier camino sirve!
– Organice sus finanzas. Sepa cuanto recibe, líquido, todos los meses; en que está gastando; cuanto está gastando en cada ítem; cuanto cuestan sus objetivos; cuanto está pagando por mes de cuotas por compras anteriores; cual es el valor mensual de la cuota por la vivienda y/o el auto. Puede parecer complicado, pero la única forma de controlar cuanto gasta es conociendo en que gasta, para después decidir lo que hacer con esos gastos.
– Planifique las acciones necesarias para alcanzar sus objetivos. Luego de decidir lo que se quiere y de conocer lo que está pasando, llega el momento de decidir lo que hará, cuando y como. De esta forma, saldrá del “modo improvisación” y pasará al “modo ejecución”. La diferencia en los resultados es inmensa.
– Planifique su ocio (descanso). No se vive sin descanso, pero los gastos en este rubro tienen que adecuarse a la situación. De nada sirve gastar mucho en descanso y después no poder pagar los gastos básicos.
– Controle. Verifique si las acciones planificadas están siendo realizadas y si sus gastos más las cuotas están dentro de lo previsto. Si algo está saliendo de control, ¿qué acciones pueden ser tomadas para compensar esa diferencia? Hacer esto también puede parecer un sacrificio, pelo la sensación de calma al sentir que está controlando la situación, ¡no tiene precio!
Aprenda a guardar. Guardar es una forma de ahorrar, pero no es la única. Guardar significa que, todos los meses, separa un cierto valor cuando recibe sus rendimientos y lo coloca en un lugar de difícil acceso (caja de ajorro, cuenta de inversión, etc.).
Ahorre. Ahorrar es gastar menos de o que está gastando hasta el momento. No podrá reducir todos sus gastos, pero, estoy seguro de que, con un buen control, podrá reducir algunos gastos hasta en un 20%.
Invierta lo que guarda. Invertir es multiplicar el valor de lo que ahorró. Por lo tanto, primero guarda y ahorra para después invertir. El tipo de inversión estará relacionado a cada objetivo, a cuando ese dinero será utilizado y a su perfil personal de riesgo.
Actualice sus conocimientos. Conozca las recomendaciones y alertas de los profesionales competentes de área de las finanzas personales.
Conocer lo que se puede hacer resuelve parte del problema, pero el mayor desafío es entrar en acción. Si siente la necesidad de un apoyo profesional para iniciar este camino hacia su seguridad financiera, ¡puede contar con nosotros!
¡Su BEM es nuestro plan!
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Silvio Bianchi es Contador Público – Licenciado en Administración, posgraduado en Educación Financiera, Master Coach, Coach Financiero, Entrenador y Conferencista. Cofundador de BEM Financeiro – Desenvolvimento em Finanças, responsable por la gestión de la unidad en São José dos Campos – SP (Brasil) y por los contenidos en español.